17 de diciembre de 2015

La gripe “española” de 1918 (III): La pandemia en nuestro país

Escultura funeraria de la época de la pandemia.
Cementerio de Santa María, Madrid
Lo único que se sabe con certeza acerca del origen de la gripe “española” es que no surgió en España. Muy probablemente, la primera oleada de la enfermedad llegó a nuestro país desde Francia, traída por trabajadores temporales portugueses y españoles que cubrían la demanda francesa de mano de obra provisional ocasionada por la guerra. Los primeros casos se dieron en mayo de 1918, y afectaron en mayor grado a varias provincias del interior, en Castilla la Nueva y Extremadura. Como en otros lugares del mundo, su moderada incidencia y mortalidad no presagiaba una reaparición tan brutal en otoño.

La socióloga Beatriz Echeverri Dávila, profunda conocedora de la gripe de 1918, y autora de uno de los mejores estudios sobre la pandemia en nuestro país, señala que la segunda oleada se propagó velozmente en septiembre, a partir sobre todo de los dos grandes ejes ferroviarios Irún-Madrid y Cataluña-Almería. El contagio se vio favorecido por el elevado número de municipios que celebran en aquellas fechas sus fiestas patronales, las cuales congregaban gran cantidad de gente procedente de pueblos y lugares vecinos y propiciaban la ulterior dispersión del virus. Otro de los factores que pudieron contribuir a la extensión de la pandemia fue el licenciamiento en esa época del año de los soldados de remplazo, quienes tras contagiarse en los cuarteles llevaban la enfermedad a sus poblaciones de origen.