Escultura funeraria de la época de la pandemia. Cementerio de Santa María, Madrid |
Lo único que se sabe con certeza acerca del origen de la gripe “española” es que no surgió en España. Muy probablemente, la primera oleada de la enfermedad llegó a nuestro país desde Francia, traída por trabajadores temporales portugueses y españoles que cubrían la demanda francesa de mano de obra provisional ocasionada por la guerra. Los primeros casos se dieron en mayo de 1918, y afectaron en mayor grado a varias provincias del interior, en Castilla la Nueva y Extremadura. Como en otros lugares del mundo, su moderada incidencia y mortalidad no presagiaba una reaparición tan brutal en otoño.
La socióloga Beatriz Echeverri Dávila, profunda conocedora de la gripe de 1918, y autora de uno de los mejores estudios sobre la pandemia en nuestro país, señala que la segunda oleada se propagó velozmente en septiembre, a partir sobre todo de los dos grandes ejes ferroviarios Irún-Madrid y Cataluña-Almería. El contagio se vio favorecido por el elevado número de municipios que celebran en aquellas fechas sus fiestas patronales, las cuales congregaban gran cantidad de gente procedente de pueblos y lugares vecinos y propiciaban la ulterior dispersión del virus. Otro de los factores que pudieron contribuir a la extensión de la pandemia fue el licenciamiento en esa época del año de los soldados de remplazo, quienes tras contagiarse en los cuarteles llevaban la enfermedad a sus poblaciones de origen.
La socióloga Beatriz Echeverri Dávila, profunda conocedora de la gripe de 1918, y autora de uno de los mejores estudios sobre la pandemia en nuestro país, señala que la segunda oleada se propagó velozmente en septiembre, a partir sobre todo de los dos grandes ejes ferroviarios Irún-Madrid y Cataluña-Almería. El contagio se vio favorecido por el elevado número de municipios que celebran en aquellas fechas sus fiestas patronales, las cuales congregaban gran cantidad de gente procedente de pueblos y lugares vecinos y propiciaban la ulterior dispersión del virus. Otro de los factores que pudieron contribuir a la extensión de la pandemia fue el licenciamiento en esa época del año de los soldados de remplazo, quienes tras contagiarse en los cuarteles llevaban la enfermedad a sus poblaciones de origen.