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Barrio de trabajadores, siglo XIII a.C.
Deir el Medina (Luxor, Egipto)
Son relativamente pocos los arqueólogos e historiadores que prestan atención al marco demográfico de su objeto de estudio. Y es que, tratar de averiguar el tamaño y la estructura de la población que vivió en un determinado territorio en un momento determinado es tarea compleja.

Los arqueólogos y los historiadores bastante trabajo tienen con sacar a la luz, sistematizar e interpretar sus propios materiales y fuentes. Es evidente que, sin su esfuerzo, la investigación sobre demografía histórica no sería posible.


Pero ¿por qué hay que investigar esto? ¿qué importancia hay que conceder al número de nacimientos, matrimonios, defunciones o migrantes de una sociedad del pasado? ¿acaso no se puede trazar la evolución de esa sociedad sin tratar de determinar tales datos?

Plaza Ataba, año 2011 (El Cairo, Egipto)
Sin duda que se puede y, de hecho, así se hace. Pero la Historia no sólo consiste en un relato de los hechos pasados, debe ser también capaz de explicarlos. Y el estudio de la demografía histórica proporciona una serie de informaciones que contribuyen de manera muy relevante a argumentar, acotar y construir razonadamente las explicaciones sobre el pasado.

En este blog nos servimos de los datos y resultados del trabajo de historiadores, arqueólogos, etnógrafos y sociólogos para tratar de especular sobre la dimensión demográfica de las culturas y comunidades que existen y han existido. Creemos que si se logra entender algo de la demografía de una sociedad, antigua o actual, se comprenderá mucho mejor el funcionamiento y la evolución de esa sociedad.

La mayoría de los materiales y entradas de este blog reflejarán nuestra inquietud por tratar de dotar de un marco demográfico al estudio del pasado. Pero también prestaremos atención al análisis demográfico de las sociedades actuales, así como a la antropología del parentesco y la familia.  

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