24 de enero de 2015

¿Cuánta gente pudo vivir en Lucentum?

En el yacimiento conocido como Tossal de Manises se localizan los restos de la antigua ciudad hispanorromana de Lucentum, situada a unos tres kilómetros al este del centro urbano de Alicante. Lucentum fue uno de los cuatro núcleos urbanos que, según las fuentes epigráficas y literarias, alcanzaron estatus jurídico durante la época romana altoimperial en el territorio de la actual provincia de Alicante.
Vista aérea del Tossal de Manises desde el Este.
Foto: MARQ

Los otros tres núcleos fueron Ilici (La Alcudia, Elche), Dianium (bajo la actual Denia), y la ciudad romana bajo la actual Villajoyosa. Lucentum tuvo estatus de municipio de derecho latino, y los investigadores creen que funcionó como capital de un amplio territorium, alcanzando su máxima importancia a finales del siglo I d.C.

En el marco de nuestro proyecto de investigación sobre la Historia demográfica de la Huerta de Alicante, hemos intentado realizar una estimación del tamaño de su población. El informe completo de este trabajo puede ser consultado AQUÍ. En el resto de este post ofrecemos un breve resumen del informe.

 
El asentamiento, emplazado en un cerro de unos 40 metros de altura, se reduce actualmente a un conjunto amurallado de estructuras arquitectónicas y viales, de una extensión de unas 2,5 Has, de las cuales se ha excavado y consolidado algo más del 40 %. Hay, no obstante, suficientes indicios de que su área urbana sobrepasó el perímetro fortificado, concretamente hacia el oeste y el sur. Aunque de pequeño tamaño, la ciudad dispuso de edificios y complejos públicos, como un foro y al menos un par de termas.
 

El yacimiento visto desde la Serra Grossa, rodeado por completo
de edificios modernos. Foto del autor

El Tossal de Manises es un sitio arqueológico emblemático para el municipio de Alicante, pero  está hoy día literalmente sitiado por las construcciones modernas; estuvo a punto de desaparecer debido al desarrollo desenfrenado de la actividad turística y la edificación irracional. Constituye un triste ejemplo de la falta de escrúpulos y respeto por el patrimonio arqueológico. El Tossal pudo salvarse milagrosamente, gracias a los esfuerzos continuados de muchos estudiosos a lo largo del siglo XX, que lograron hacer ver la necesidad de preservar, siquiera mínimamente, el recinto central amurallado (en algunos puntos, los edificios modernos que lo rodean se levantan a menos de diez metros de los muros romanos).

 
Para estimar el tamaño de la población que habitó un asentamiento arqueológico en un determinado momento hay dos procedimientos principales. Uno es identificar y contar las estructuras que pudieron servir como casas y multiplicar por el número medio de miembros que pudieron haber formado una unidad familiar en aquella época y lugar. El otro es medir la extensión total de lo que pudo ser la superficie útil residencial en el yacimiento, imaginar los metros cuadrados que necesita una persona para vivir y, dividiendo la primera cifra por la segunda, determinar cuántos habitantes pudieron haber residido entonces.
 
 
Salta a la vista que ambos métodos están plagados de hipótesis y conjeturas, pero por eso son estimaciones y no censos; en demografía arqueológica el grado de especulación es, ciertamente, muy elevado.
 
 
Para el caso de Lucentum optamos por el segundo procedimiento, ya que las características de la trama urbana del Tossal de Manises, con edificios y estructuras adosados, muchas veces sin solución de continuidad, así como el estado de conservación del yacimiento, no permiten individualizar ni contabilizar unidades residenciales de manera inequívoca; es decir, no podemos conocer si varias estructuras formaban una sola unidad doméstica, o si un solo edificio albergaba más de una unidad familiar, etc.
 
 
Planimetría del Tossal de Manises.
Según Olcina Doménech (2009)
De ahí que hayamos recurrido a contabilizar la superficie útil residencial, es decir, el espacio total de suelo de que disponían los vecinos de Lucentum para vivir. Partiendo de las planimetrías publicadas, calculamos la extensión total del yacimiento y le sustrajimos los espacios públicos de la ciudad (el foro, las termas), así como los edificios y superficies no adecuados para servir como vivienda (cisternas, viales, murales); lo que nos restó, lo consideramos superficie útil residencial.
 
 
De esta forma, después de diversos cálculos, reconsideraciones y extrapolaciones entre parte excavada y no excavada, obtuvimos que el recinto interior de la Lucentum amurallada, más algunos espacios contiguos extramuros, tuvo una extensión total de 25.312,9 m2, de los cuales se dedicaron a superficie útil residencial 10.069,3 m2.
 
 
Procedimos luego a tratar de imaginar el promedio de metros cuadrados que necesitaba una persona en aquella época y en aquel lugar para su vida cotidiana. Para ello partimos de algunos estudios y propuestas previos acerca de este problemático asunto, cotejando fuentes históricas y testimonios arqueológicos de la época romana altoimperial, y contrastando algunas evidencias etnográficas que nos parecieron relevantes. Llegamos así a la propuesta de que cada habitante de la Lucentum del siglo I d.C. habría necesitado en torno a 15 metros cuadrados para vivir. Dividiendo la cifra de superficie útil residencial por este coeficiente, obtuvimos que en el recinto amurallado de Lucentum y espacios contiguos extramuros, habrían habitado unas 671 personas, lo que equivale a una densidad de 265,3 habitantes /Ha.
 
Estructuras residenciales adosadas
extramuros. Foto del autor

Pero, como hemos mencionado antes, la ciudad no se limitó al oppidum amurallado, y debió de extenderse por diversos barrios extramuros hacia el oeste y sur, en dirección a la cercana costa. Se han encontrado e investigado diversos restos e indicios arqueológicos que parecen confirmarlo, si bien la mayor parte de esta ocupación periurbana fue subsumida bajo los modernos rascacielos que cercan el yacimiento.

Así pues, hemos tratado también de estimar el tamaño de la población que pudo habitar estos barrios periurbanos, para lo cual delimitamos varios sectores de acuerdo con los datos de prospección y excavación disponibles en la literatura. De esta forma, además de la zona A, correspondiente al recinto amurallado, distinguimos dos zonas periurbanas: la zona B, de 8,3 Has de extensión y para la cual suponemos un uso preferentemente residencial, y la zona C, de 7,5 Has, orientada sobre todo a actividades económicas, comerciales y portuarias.

Propuesta de delimitación de las zonas urbana (A) y periurbanas (B, C)
de Lucentum sobre la trama viaria moderna


Hemos supuesto, arbitrariamente, que en la zona B la densidad oscilaría entre un 50 y un 75 % de la que obtuvimos para el recinto amurallado (265,3 habitantes / Ha), mientras que en la zona C hemos especulado con una densidad menor, en torno al 10-25 % del recinto intramuros.

En definitiva, todo ello haría subir la población propiamente urbana de Lucentum (zonas A+B+C) a una franja de entre 1.970 y 2.818 personas; en números redondos, unos 2.000-2.800 habitantes a finales del siglo I d.C.
 

NOTA BIBILIOGRÁFICA

La bibliografía empleada en la confección de nuestro estudio es numerosa, y puede ser consultada en el informe disponible. Para obtener una certera idea acerca de la configuración y estado de las excavaciones en el Tossal de Manises-Lucentum, así como acerca de su contexto arqueológico regional, es imprescindible acudir a estos dos trabajos:

FRÍAS CASTILLEJO, C. (2010): El poblamiento rural de Dianium, Lucentum, Ilici y la ciudad romana de la Vila Joiosa (siglos II a.C.-VII d.C.). Bases para su estudio. Serie Arqueología, Anejo a la revista Lucentum, 20. Publicaciones de la Universidad de Alicante, Alicante.

OLCINA DOMÉNECH, M. (ed.) (2009): Lucentum (Tossal de Manises, Alicante). Arqueología e Historia. MARQ, Diputación de Alicante, Alicante.

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